sábado, 11 de agosto de 2012

¿Qué sigue después de la indignación?


Ante la incapacidad de las autoridades locales de gestionar el desastre social que tras la “inocente” e irresponsable decisión de “peatonalizar” la Carrera del Darro, el Paseo de los Tristes y cambiar de sentido la Calle San Juan de los Reyes de nuestro barrio (Patrimonio de la Humanidad), sin tomar en cuenta las consecuencias lógicas que estas apresuradas medidas traerían para los vecinos, trabajadores, empresarios y visitantes, y después de leer la carta que la responsable de todo este caos ha enviado a los taxistas de Granada, queremos comunicarle de igual manera a la concejal Telesfora Ruiz que de manera general los agravios causados se pueden agrupar en la siguiente casuística:

  1. Aislamiento.
  2. Inseguridad.
  3. Degradación de los bienes de interés cultural que nuestro barrio atesora.
  4. Falta de servicios de transporte público, incluido el taxi ya que las tarjetas magnéticas que autorizan el paso son insuficientes porque solo ha repartido una tarjeta por domicilio y no una por persona empadronada, por lo tanto, solo una persona de cada casa pude hacer uso del taxi. Excepto los vecinos de Puente Espinosa a quienes les negaron por completo las dichosas tarjetas.
  5. Incremento del ruido y de la basura generados por el turismo insostenible al cual se afana en atraer, en detrimento del turismo responsable interesado en disfrutar del Patrimonio de nuestro barrio.
  6. El saqueo del único espacio público que teníamos para hacer ejercicio.
  7. La humillación mensual al ser sistemáticamente ignorados en uno de los pocos espacios de participación ciudadana que hay nuestro barrio.
  8. El incremento de la contaminación en la Calle San Juan de los Reyes, así como la imposibilidad física de transitar por ésta.
  9. Y una larga lista de etcéteras.
 
Finalmente deseamos recordarle también que lo importante es dar una imagen seria y profesional prestando el mejor servicio posible. Esto les beneficia a ustedes especialmente ya que los cargos de elección popular conllevan responsabilidades, entre ellas la de no atentar contra los derechos básicos de los ciudadanos.

Por todo lo anterior, pensamos que después de la indignación viene la acción.