A principios del pasado marzo, el Área de Movilidad del
Ayuntamiento de Granada, sin previo aviso y desoyendo las opiniones de los
vecinos afectados, peatonalizó totalmente la Carrera del Darro, suprimiendo el
servicio de minibuses públicos que conectaba por dicha vía el centro de la
ciudad con el barrio del Albaicín. Paralelamente invirtió el sentido del
tráfico en la calle San Juan de los Reyes que servía hasta ese momento como
única salida descendente desde el bajo Albaicín y Sacromonte al Centro.
Las consecuencias de ambas decisiones sobre la calidad de vida de
los vecinos de la zona fueron completamente desastrosas: las personas de edad o
con movilidad reducida se sintieron aisladas y se vieron privadas de un medio
de acceso rápido y barato a servicios esenciales, el ruido y la contaminación
que se pretendían evitar en la Carrera del Darro se han trasladado a la parte
alta del Albaicín multiplicando el caos de tráfico existente en el barrio, en
la calle San Juan de los Reyes los propietarios de las cocheras pensadas para
el sentido descendente no pueden sacar sus vehículos y los taxis se niegan a
llevar a los vecinos y turistas a sus destinos por el riesgo de daños a sus
vehículos en un estrechamiento de dicha vía y porque se ven obligados a
efectuar un rodeo de más de cuatro kilómetros en vacío para volver al centro de la
ciudad. Por si fuera poco, es obligatorio pedir al Ayuntamiento una solicitud de
paso con 15 días de antelación para cualquier vehículo de servicios técnicos,
por lo que solucionar cualquier rotura, traslado o accidente común en casa se
convierte en una auténtica odisea burocrática. Además ha aumentado la
inseguridad ciudadana en los frecuentes momentos en los que no hay casi
transeúntes y las motocicletas circulan ahora hacia arriba y hacia abajo a toda
velocidad, con más ruido y más gases.
El cochecito eléctrico puesto en servicio en sustitución de las
líneas anteriores, planteado como una solución a estos problemas, no puede
ser considerado un transporte público
en ninguna forma: posee una capacidad ridícula (7 personas), no cumple con los
mínimos exigibles de accesibilidad y comodidad, su trayecto se ciñe
exclusivamente a la Carrera del Darro ida y vuelta, con lo que no establece una
conexión con la parte alta del barrio y, sobre todo, posee un horario
manifiestamente turístico que evita precisamente las horas en que su uso sería
de mayor utilidad para el vecindario.
Por todo ello, te pedimos que firmes la carta dirigida al Alcalde
de Granada exigiendo el mantenimiento de un auténtico transporte público de
itinerario circular que conecte la ciudad con el Albaicín y la vuelta de San
Juan de los Reyes a su sentido anterior, para evitar que el estrangulamiento
del acceso este histórico barrio y la creciente insostenibilidad de la vida
cotidiana de sus vecinos lo conviertan en un sito deshabitado y reducido a poco
más que una postal folklórica.
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