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| Junta de Distrito del 27 de junio en el Centro Cívico Aliatar |
En la pasada Junta Municipal de Distrito del Albaicín volvieron a repetirse los argumentos, las razones, los datos y las peticiones de los vecinos que quieren ser escuchados. Sin embargo, el concejal y alcalde de barrio volvió a mostrar su mala formación -por no decir otra cosa- en participación ciudadana y se dedicó a jugar o chatear con el móvil, a censurar a los participantes, a mostrar su prepotencia, y algo inesperado para lo poco que habló: a mentir.
La decepción fue inicial entre el centenar de vecinos asistentes. No había señales de que la concejala de Movilidad, Telesfora Ruiz y sus técnicos fueran a asistir a la reunión, tal y como anunció el concejal Vicente Aguilera en la anterior Junta Municipal.
Igual que en los tres meses precedentes, se repitió el guión: los vecinos y los empresarios iban tomando la palabra y explicando a la mesa los problemas que las medidas de Movilidad estaban creando en el barrio en general y en las personas en particular, mientras que el señor Fuentes tecleaba en su móvil o ponía cara de “esto no va conmigo”. Cuando una señora mayor le explicó el calvario que sufrió tras su salida del hospital, sintiéndose denigrada por los problemas que enfrentó para llegar a su casa, entonces pareció por un momento que el señor Fuentes tenía restos de haber sido humano. Por lo que su cara decía: “tierra trágame”, no sabía dónde meterse, poco a poco se iba hundiendo en la silla, mientras la cabeza se le ponía como un tomate gazpachero.
Una vez más los vecinos pusieron de manifiesto la incongruencia del cambio de sentido de San Juan de los Reyes, donde hay vecinos que desde hace tres meses no pueden sacar físicamente su coche de la cochera, además de padecer el aumento de ruido y de contaminación en esta calle. Con respecto a la Carrera del Darro y al Paseo de los Tristes se expusieron los problemas de la ausencia de un transporte público accesible y digno, así como las diferencias que el gobierno municipal está generando al permitir el paso a coches particulares de turistas y de algunos residentes, mientras que prohíbe el acceso al resto de residentes. Cuando se le preguntó porqué anunció el señor Vicente Aguilera la asistencia a la Junta de Distrito de la señora Ruiz y su equipo técnico y porqué no se habían presentado ni disculpado por su ausencia, el señor Fuentes vino a decir algo así como que eso era un rumor del viento: por desgracia para él, unas horas antes había aprobado el acta que textualmente dice: "la Señora concejal de Movilidad tendrá una reunión próximamente con los vecinos, a la que asistirá personal técnico del área", además eran muchas las personas que lo escucharon de la voz del propio Vicente Aguilera.
En definitiva y lamentablemente, parece que la figura del Alcalde Barrio está destinada a justificar la normativa municipal sobre participación ciudadana; en el Albaicín no es más que un mero colchón o una reproducción ni mucho menos artística de la muralla Zirí, a la que los vecinos volverán cuando se celebre la próxima Junta de Distrito cargados con argumentos, documentos y razones.
